Cuando llamar al doctor

La fiebre es una de las razones más comunes para que los padres visiten un Departamento de Emergencia con su niño o bebé de acuerdo con el Colegio Americano de Médicos de Emergencia. 

La fiebre es una parte importante de las defensas del cuerpo contra las infecciones. Para los niños, la fiebre se define como una temperatura rectal de 100.4 grados Fahrenheit (38 grados Celsius) o una temperatura oral superior a 99.5 grados Fahrenheit (37.5 grados Celsius).

Cuando llamar al doctor

Hable con el proveedor de atención médica de su hijo o vaya a la sala de emergencias cuando:

  • Su hijo no actúa alerta o más cómodo cuando baja la fiebre
  • Los síntomas de la fiebre reaparecen después de que hayan desaparecido.
  • El niño no llora cuando llora.
  • Su hijo no tiene pañales mojados o no ha orinado en las últimas 8 horas. 
  • Además, hable con el proveedor de su hijo o vaya a la sala de emergencias si su hijo:
  • Tiene menos de 3 meses y tiene una temperatura rectal de 100.4 ° F (38 ° C) o más
  • Tiene de 3 a 12 meses de edad y tiene una fiebre de 102.2 ° F (39 ° C) o más
  • Tiene menos de 2 años y tiene fiebre que dura más de 48 horas.
  • Tiene fiebre de más de 105 ° F (40.5 ° C), a menos que la fiebre baje fácilmente con tratamiento y el niño esté cómodo
  • Ha tenido fiebres que van y vienen por hasta una semana o más, incluso si no son muy altas.
  • Tiene otros síntomas que sugieren que una enfermedad puede necesitar tratamiento, como dolor de garganta, dolor de oído, diarrea, náuseas o vómitos, o tos.
  • Tiene una enfermedad médica grave, como un problema cardíaco, anemia falciforme, diabetes o fibrosis quística.
  • Recientemente tuve una inmunización 

Llame al 9-1-1 si su hijo tiene fiebre y:

  • Está llorando y no puede calmarse.
  • No se puede despertar fácilmente o en absoluto
  • Parece confundido
  • No puedo caminar
  • Tiene dificultad para respirar, incluso después de limpiar su nariz.
  • Tiene labios, lengua o uñas azules
  • Tiene un dolor de cabeza muy fuerte.
  • Tiene el cuello rígido
  • Se niega a mover un brazo o una pierna.
  • Tiene una convulsión
  • Tiene una nueva erupción o aparecen hematomas